miércoles, 25 de abril de 2012

Lo malo de los dragones

-Imagina, un rebaño de ovejas negras que ríen, que mienten, que hieren...
Bien pues imagina el camino natural de esas ovejas. El camino del crecimiento, el camino de su existencia e incluso el de su "sexualidad".
-¿Por qué enfatizas esa palabra?
- Debido a que a algún carnero le pone cachonda mirar los miembros de aquellos de su mismo sexo. Pero volvamos al asunto. ¿Te lo imaginas?. Pues bien, esas ovejas tienen cerebro de araña y como tales no saben recorrer un camino recto, se tuercen hacia la derecha, hacia el castillo de la princesa protegido por el dragón. Ellas todavía no conocen a ese dragón, no saben el daño que pueden llegar a hacer sus llamas, ni sus garras, ni siquiera saben lo que significan sus soplidos.
-¿Me vas a contar que el bien triunfa sobre el mal ahora?. ¡Estoy cansado de cuentos de hadas!.
-Bueno si lo prefieres resumido. Las ovejas se encontraron con la princesa, trataron de engañarla, ella supo ver que su amigo, un héroe rubio compañero del dragón, tenía razón. La curó de mentiras y él y el dragón merendaron ovejas negras ese día.
-¡Vaya!... ¡Buena historia!.
-Pues puede que se haga realidad...


                                                                                  Ángel Guerrero Barroso: "Un día cualquiera, en un mundo sucio y corrupto"

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