lunes, 16 de abril de 2012

"Concilio de ideas" Un relato para reflexionar.

         Hoy eran las 8:15 AM. Como todos los días yo avanzaba por la Avda. Góngora y Gracián camino de mi centro lectivo.
         En ese trayecto siempre me cruzo con multitud de alumnos que, al igual que yo, comienzan su jornada laboral.
         Ya es costumbre que llegado a cierto punto de la calle sienta frío, entonces... ella aparece. No se qué es... Y digo qué debido a que tras varios intentos de hablar con ella no he obtenido ningún resultado. Parece que no siente, que no envejece. Cada mañana ella camina sin descanso vía abajo...
          Antes me he referido como "ella" aún comentando acto seguido que no me parece humana. Sin embargo sus protuberantes senos, su manera de moverse, su largo y fino pelo y el resto de su aspecto despejan las dudas acerca de su sexo.
          Esta mañana sucedía algo especial, no era un día normal pues una aurora boreal se podía divisar en el cielo desde primeras horas de la mañana. Era una bella visión. Muy bella.
          Caminaba pues acera arriba, buscando su presencia. Nada... Me estaba acercando al punto donde ella debía aparecer y... Nada...
          Creyendo ya que hoy no la vería se materializó al doblar una esquina. Mi alegría aumentó en gran medida, aunque duró mas bien poco. Pues acto seguido cayó un rayo.
          Me desperté en el hospital y descubrí que ella estaba tumbada en la cama de mi derecha. ¿Cómo es posible diréis? Si los espíritus no sufren daños.
          La respuesta es sencilla, la mente nos hace creer cosas irreales. Donde yo vi un fantasma, en realidad había una joven sordomuda.


"Fiarse de lo indemostrable demuestra el camino que nos queda por aprender" Ángel Guerrero Barroso 16/04/2012

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